Aparicio Saravia

Nació el 16 de agosto de 1856, en Cerro Largo. Era uno de los doce hijos de un rico estanciero rio grandense, instalado en suelo oriental. A los 14 años fue enviado pupilo a un colegio de Montevideo, de donde se escapo y se unió a la insurrección liderada por Timoteo Aparicio contra el gobierno Colorado.

De vuelta en Cerro Largo, su actividad como tropero en los años siguientes le brindo un vasto conocimiento de la campana. En 1877 se caso con Candida Diaz Suarez y fueron a vivir a la estancia El Cordobes. En las dos últimas décadas del siglo XIX se vio envuelto en sucesivas revoluciones en territorio brasileño y uruguayo, en las que fue afianzando su condición de caudillo Blanco.



En marzo de 1897 inicio una importante revuelta exigiendo mayor representación de los blancos en el gobierno, en manos de los colorados. La gran disponibilidad de caballos con que contaba y la pericia de sus hombres le permitió trasladarse permanentemente sin ser vencido. Luego de importantes batallas como las de Tres Árboles, Arbolito, Cerros Colorados y Cerros Blancos se firmo la paz.

El Pacto de la Cruz (1897) estableció que seis departamentos tuvieran jefaturas políticas blancas, lo que de hecho significaba que se establecía un doble gobierno, el presidente Juan Lindolfo Cuestas en Montevideo y Saravia en El Cordobés. La inestabilidad de la situación genero un nuevo levantamiento arabista en 1904. Esta vez la suerte no le acompaño y fue derrotado por el ejército del presidente Jose Batlle y Ordonez, técnicamente superior. Saravia murió a causa de una herida producida en la batalla de Masovera, el 10 de septiembre de 1904.

Gabriel Terra

Nació en Montevideo en 1873. Hijo de un destacado economista de la época, Jose L. Terra, en 1895, a los 22 años, defendió su tesis final de la carrera de derecho, que tenia como tema central la deuda publica, por lo que se convirtió en un experto en cuestiones financieras. Entre 1900 y 1939 todos los gobiernos uruguayos requirieron sus servicios como especialista.



En 1914 participo como delegado en la Conferencia Comercial y Financiera que se realizo en Washington y, en su calidad de catedrático de Finanzas en la Escuela Superior de Comercio, estuvo al frente de la delegación uruguaya ante la Alta Comisión Financiera International de 1917.

Hombre de gran capacidad ejecutiva, Terra realizo una importante carrera dentro de la administración del Estado, siendo ministro en los gobiernos de los presidentes William, Brum y Viera, además de parlamentario, constituyente, consejero de Estado y representante diplomático.



Tras la muerte de Batlle y Ordoñez, en 1929, enfrentando una importante oposición interna en el Partido Colorado, al que pertenecía desde muy joven, se convirtió en el candidato triunfante del batllismo en las elecciones de 1930. Después de asumir la presidencia se distancio del Consejo de Administración y de los herederos de Batlle. En 1933 termino con la Constitución de 1918 mediante un golpe de Estado. La Convención Constituyente de 1934 prolongo su mandato, que concluyo el 19 de junio de 1938. Entrego el mando a Alfredo Baldomir, quien había sido elegido presidente este ultimo año. Murió en 1942.

La prensa radio y televisión

El periodismo local surgió en los primeros anos del siglo XIX con la aparición del Telégrafo mercantil, rural, político económico e historiográfico del Río de la Plata, que comenzó a editarse en Buenos Aires en 1801. Pero fue con las invasiones inglesas que la imprenta llego a Montevideo, y con ella se edito el primer periódico que veía la luz en la ciudad: La Estrella del Sur {Te sotuer star), escrito en español y en ingles, que empezó a circular en 1807. Entre 1810 y 1814 apareció la Gaceta de Montevideo, de tendencia españolcita, destinada a luchar contra los revolucionarios.

No obstante, el periodismo netamente montevideano nacería con un nuevo diario, El sol de las Provincias Unidas, que apareció en 1817, tras la ocupación porteña de la plaza de Montevideo y, a pesar de su corta vida, represento la superación de la etapa protagonizada por las publicaciones editadas bajo el dominio español.



Después de alcanzada la Independencia los diferentes grupos políticos partidarios comenzaron a tener sus propios órganos de prensa. El Universal fue el primer diario que defendió la política del Partido Blanco, el del general Manuel Oribe, luego llamado Partido Nacional. Entre 1830 y 1837 la prensa tuvo un notable desarrollo, publicándose más de cincuenta diarios.



En julio de 1836 fue clausurado El Nacional y una de sus principales plumas, Andrés Lamas, fue desterrado a Brasil, siendo el primer periodista perseguido con mengua de los derechos consagrados en la Constitución de la República.

José Enrique Rodó maestro de la juventud

Uno de los miembros mas destacados de la generación del Novecientos fue José Enrique Rodó, nacido en 1871 en Montevideo y muerto en Palermo (Italia) en 1917. Aclamado como el maestro de la juventud de America, fue el único uruguayo de su generación reconocido en todo el continente. Partidario de un arte que hiciese sentir y pensar a la vez, en sus ensayos ejerció una particular crítica literaria, flexible, tolerante, llena de imaginación y preciosista en su estilo.



Su texto de mayor repercusión fue La vida nueva, una serie de ensayos de critica literaria y filosófica que comenzó a publicar en 1897 y a la que pertenece el famoso Ariel (1900), «sermón laico» dedicado a Rubén Darío que el mismo poeta nicaragüense añadió como prologo a la segunda edición de Prosas prof anas. Ariel, texto que revela el acercamiento del autor al modernismo y subraya los valores espirituales de la tradición humanista, fue la respuesta ética de Rodó ante una America Latina que padecía un grave subdesarrollo en comparación con el triunfo material de Estados Unidos.



En 1906 publico Liberalismo y jacobinismo y en 1909 Motivos de Proteo, que contiene unas celebres parábolas. Sus últimos libros fueron El mirador de Prospero (1913) y El camino de Pas (1918, póstumo).

La constitución de 1967

En las elecciones nacionales de noviembre de 1966 fueron sometidos a plebiscito popular cuatro proyectos de reforma constitucional, de los cuales obtuvo mayoría (75 %) la llamada reforma «naranja», que proponía un incremento de las competencias del Poder Ejecutivo unipersonal y fue fruto de un acuerdo Inter partidario entre colorados y nacionalistas.


El Estado continuo siendo laico, democrático y republicano, con división tripartita de poderes.



Los principales cambios fueron implantados en el Poder Ejecutivo, que paso a estar integrado por un presidente, electo por cinco anos, y un Consejo de Ministros designado por el primero. Las funciones de este poder se ampliaron al otorgársele la iniciativa sobre algunas áreas económico financieras y concedérsele la capacidad de aplicar el recurso del veto.

Bajo su orbita fue creada la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Se ampliaron los cargos DC confianza y aumentaron los controles del Ejecutivo sobre los entes autónomos y los servicios descentralizados.



Los gobiernos departamentales pasaron a estar integrados por un intendente y una Junta Departamental compuesta por treinta y un miembros. Los elegidos debían formar parte de H un mismo lema, pero se autorizaba a votar en hojas de votación separadas. Por primera vez desde la creación del Estado uruguayo los soldados de línea fueron autorizados a votar. En síntesis, con la Constitución de 1967 aumentaron las funciones del Poder Ejecutivo en detrimento de las del Poder Legislativo.

El plebicito de Cerro Chato

El Plebiscito de Cerro Chato nos singularizó en América por cuanto, más allá de la motivación y el propósito que movilizó a sus promotores, se pusieron en juego los mecanismos institucionales en función a las más caras tradiciones del país, dando los ciudadanos una auténtica lección de mutua tolerancia, de real y profunda voluntad de convivencia. Pero además, tuvo una especial significación, ya que el derecho del voto fe¬menino fue ejercido en dicha instancia, por primera vez en Uruguay y en Sudamérica. Aquellos vecinos nos dejaron un ejemplo. Que el pasado se ponga a favor del futuro.



El pasado 3 de julio se cumplieron 78 años de la realización de un plebiscito en la localidad de Cerro Chato, median te el cual se aspiraba conocer la opinión popular sobre el porcentaje de vecinos, que quería anexar dicha localidad en su totalidad al departamento de Durazno, culminando así una extensa y azarosa campaña electoral donde las mujeres de Durazno y Treinta y Tres se vieron duramente enfrentadas. Como dato sig¬nificativo fue en esta instancia electoral donde por primera vez votó la mujer en Sudamérica.



Cerro Chato se encuentra ubicado en la 13a sección de Durazno, y en la zona se dan la mano Florida, Treinta y Tres y Durazno. Se trata de una particular situación que determina que en un pequeño territorio, los servicios se repitan. Funcionan tres seccionales policiales, tres Juzgados y tres Juntas Locales, cada una con competencia sobre el área que le corresponde del pueblo. Es normal que se planteen algunos inconvenientes, por cuanto una calle comienza en Durazno, cruza por la zona de Treinta y Tres, pasa por Florida, bien pudiendo terminar en el departamento donde se inició. La zona de Durazno tiene una ventaja por cuanto se encuentra el hospital que tiene carácter regional y cuya construcción resultó de la generosidad de don Francisco Crossa y su funcionamiento en su momento ejemplo del país, de la mano del recordado doctor Ceibal Artigas.



El plebicito de Cerro Chato para el voto femenino



En la localidad de Cerro Chato nace tímidamente el río Yí en una pequeña cañada ubicada en un monte de eucaliptos para luego comenzar su extensa carrera de 217 kilómetros hasta llegar al río Negro. Precisamente el Yí tiene características muy particulares por sus playas y sus montes naturales y por la fiereza de sus crecidas. Todos estos elementos despertaron un especial embrujo en el curioso viajero e investigador Guillermo Enrique Hudson quien cita al Yí en su conocida publicación "La Tierra Purpúrea".



Cerro Chato descansa sobre la Cuchilla Grande donde se une con la del Comercio. Fue atalaya para los viajeros del Al-bardón desde mediados del siglo XIX y escribe los trazos iníciales de su historia entre troperos, postillones, diligencias y caudillos.



Alberga una riquísima historia por cuanto por allí cruzaba el camino que formaron los jesuítas y los indios misioneros sobre fines del siglo XVII, en sus marchas hacia las denominadas "Vaquerías del Mar". Dice la historia que la zona era famosa por las fiestas criollas que se extendían durante varios días con "pencas", taba, naipe y generosas porciones de "caña blanca". La cercanía con la frontera brasileña desde siempre se ha hecho sentir, tanto por el abastecimiento de bebidas y comestibles, como por la presencia en viejos tiempos, de hacendados riograndenses que llegaban atraídos por las grandes ferias de ganados, motivando un movimiento muy particular.

Juan Adiarte Borda

Nació en Mercedes en 1844. Su familia, de origen vasco francés, haba conseguido establecer un solido patrimonio y el joven Adiarte Borda se dedico a diversas actividades económicas, como comerciante, ganadero, llegando a ser accionista de importantes empresas. Desde temprano tuvo una importante actividad política en el Partido Colorado y ocupo cargos departamentales de responsabilidad.

Inicialmente se encargo de las comisiones internas del partido y, mas tarde, fue diputado departamental por Soriano, lo que le sirvió para su proyección política nacional. Miembro del gabinete del presidente Julio Herrera y Oves, hacia el final del mandate de este y en la necesidad de designar un sucesor, fue elegido presidente en marzo de 1894 después de tres semanas de votaciones en la Asamblea General del Poder Legislativo, que hicieron temer por la estabilidad institucional de país.



En su calidad de católico moderado, en una época dominada por la lucha entre masones y católicos, en un primer momento de su actividad política pareció mantener una position que siguiera la línea conciliadora de Herrera y Oves. Sin embargo, tras asumir la presidencia, fue cuestionado por la prensa opositora y, carente entonces de instinto político, Adiarte Borda ejerció un severo control sobre la prensa y mantuvo una position intransigente que solo contribuyo a tensar aun mas un clima político enrarecido desde las elecciones que habían conducido a su elección.

No obstante, su gestión fue administrativamente superior a la de sus predecesores, destacando la labor de su ministro de Fomento, Juan José Castro. Pero la oposición del Partido Nacional y del sector del Partido Colorado dirigido por Batlle y Ordoñez fue en aumento. Abortado el alzamiento Bianco de 1896, al ano siguiente estallo la revolución nacionalista dirigida por Aparicio Saravia. Murió asesinado por Avelino Arredondo en Montevideo el 25 de agosto de 1897.