La prensa radio y televisión

El periodismo local surgió en los primeros anos del siglo XIX con la aparición del Telégrafo mercantil, rural, político económico e historiográfico del Río de la Plata, que comenzó a editarse en Buenos Aires en 1801. Pero fue con las invasiones inglesas que la imprenta llego a Montevideo, y con ella se edito el primer periódico que veía la luz en la ciudad: La Estrella del Sur {Te sotuer star), escrito en español y en ingles, que empezó a circular en 1807. Entre 1810 y 1814 apareció la Gaceta de Montevideo, de tendencia españolcita, destinada a luchar contra los revolucionarios.

No obstante, el periodismo netamente montevideano nacería con un nuevo diario, El sol de las Provincias Unidas, que apareció en 1817, tras la ocupación porteña de la plaza de Montevideo y, a pesar de su corta vida, represento la superación de la etapa protagonizada por las publicaciones editadas bajo el dominio español.



Después de alcanzada la Independencia los diferentes grupos políticos partidarios comenzaron a tener sus propios órganos de prensa. El Universal fue el primer diario que defendió la política del Partido Blanco, el del general Manuel Oribe, luego llamado Partido Nacional. Entre 1830 y 1837 la prensa tuvo un notable desarrollo, publicándose más de cincuenta diarios.



En julio de 1836 fue clausurado El Nacional y una de sus principales plumas, Andrés Lamas, fue desterrado a Brasil, siendo el primer periodista perseguido con mengua de los derechos consagrados en la Constitución de la República.

José Enrique Rodó maestro de la juventud

Uno de los miembros mas destacados de la generación del Novecientos fue José Enrique Rodó, nacido en 1871 en Montevideo y muerto en Palermo (Italia) en 1917. Aclamado como el maestro de la juventud de America, fue el único uruguayo de su generación reconocido en todo el continente. Partidario de un arte que hiciese sentir y pensar a la vez, en sus ensayos ejerció una particular crítica literaria, flexible, tolerante, llena de imaginación y preciosista en su estilo.



Su texto de mayor repercusión fue La vida nueva, una serie de ensayos de critica literaria y filosófica que comenzó a publicar en 1897 y a la que pertenece el famoso Ariel (1900), «sermón laico» dedicado a Rubén Darío que el mismo poeta nicaragüense añadió como prologo a la segunda edición de Prosas prof anas. Ariel, texto que revela el acercamiento del autor al modernismo y subraya los valores espirituales de la tradición humanista, fue la respuesta ética de Rodó ante una America Latina que padecía un grave subdesarrollo en comparación con el triunfo material de Estados Unidos.



En 1906 publico Liberalismo y jacobinismo y en 1909 Motivos de Proteo, que contiene unas celebres parábolas. Sus últimos libros fueron El mirador de Prospero (1913) y El camino de Pas (1918, póstumo).

La constitución de 1967

En las elecciones nacionales de noviembre de 1966 fueron sometidos a plebiscito popular cuatro proyectos de reforma constitucional, de los cuales obtuvo mayoría (75 %) la llamada reforma «naranja», que proponía un incremento de las competencias del Poder Ejecutivo unipersonal y fue fruto de un acuerdo Inter partidario entre colorados y nacionalistas.


El Estado continuo siendo laico, democrático y republicano, con división tripartita de poderes.



Los principales cambios fueron implantados en el Poder Ejecutivo, que paso a estar integrado por un presidente, electo por cinco anos, y un Consejo de Ministros designado por el primero. Las funciones de este poder se ampliaron al otorgársele la iniciativa sobre algunas áreas económico financieras y concedérsele la capacidad de aplicar el recurso del veto.

Bajo su orbita fue creada la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Se ampliaron los cargos DC confianza y aumentaron los controles del Ejecutivo sobre los entes autónomos y los servicios descentralizados.



Los gobiernos departamentales pasaron a estar integrados por un intendente y una Junta Departamental compuesta por treinta y un miembros. Los elegidos debían formar parte de H un mismo lema, pero se autorizaba a votar en hojas de votación separadas. Por primera vez desde la creación del Estado uruguayo los soldados de línea fueron autorizados a votar. En síntesis, con la Constitución de 1967 aumentaron las funciones del Poder Ejecutivo en detrimento de las del Poder Legislativo.

El plebicito de Cerro Chato

El Plebiscito de Cerro Chato nos singularizó en América por cuanto, más allá de la motivación y el propósito que movilizó a sus promotores, se pusieron en juego los mecanismos institucionales en función a las más caras tradiciones del país, dando los ciudadanos una auténtica lección de mutua tolerancia, de real y profunda voluntad de convivencia. Pero además, tuvo una especial significación, ya que el derecho del voto fe¬menino fue ejercido en dicha instancia, por primera vez en Uruguay y en Sudamérica. Aquellos vecinos nos dejaron un ejemplo. Que el pasado se ponga a favor del futuro.



El pasado 3 de julio se cumplieron 78 años de la realización de un plebiscito en la localidad de Cerro Chato, median te el cual se aspiraba conocer la opinión popular sobre el porcentaje de vecinos, que quería anexar dicha localidad en su totalidad al departamento de Durazno, culminando así una extensa y azarosa campaña electoral donde las mujeres de Durazno y Treinta y Tres se vieron duramente enfrentadas. Como dato sig¬nificativo fue en esta instancia electoral donde por primera vez votó la mujer en Sudamérica.



Cerro Chato se encuentra ubicado en la 13a sección de Durazno, y en la zona se dan la mano Florida, Treinta y Tres y Durazno. Se trata de una particular situación que determina que en un pequeño territorio, los servicios se repitan. Funcionan tres seccionales policiales, tres Juzgados y tres Juntas Locales, cada una con competencia sobre el área que le corresponde del pueblo. Es normal que se planteen algunos inconvenientes, por cuanto una calle comienza en Durazno, cruza por la zona de Treinta y Tres, pasa por Florida, bien pudiendo terminar en el departamento donde se inició. La zona de Durazno tiene una ventaja por cuanto se encuentra el hospital que tiene carácter regional y cuya construcción resultó de la generosidad de don Francisco Crossa y su funcionamiento en su momento ejemplo del país, de la mano del recordado doctor Ceibal Artigas.



El plebicito de Cerro Chato para el voto femenino



En la localidad de Cerro Chato nace tímidamente el río Yí en una pequeña cañada ubicada en un monte de eucaliptos para luego comenzar su extensa carrera de 217 kilómetros hasta llegar al río Negro. Precisamente el Yí tiene características muy particulares por sus playas y sus montes naturales y por la fiereza de sus crecidas. Todos estos elementos despertaron un especial embrujo en el curioso viajero e investigador Guillermo Enrique Hudson quien cita al Yí en su conocida publicación "La Tierra Purpúrea".



Cerro Chato descansa sobre la Cuchilla Grande donde se une con la del Comercio. Fue atalaya para los viajeros del Al-bardón desde mediados del siglo XIX y escribe los trazos iníciales de su historia entre troperos, postillones, diligencias y caudillos.



Alberga una riquísima historia por cuanto por allí cruzaba el camino que formaron los jesuítas y los indios misioneros sobre fines del siglo XVII, en sus marchas hacia las denominadas "Vaquerías del Mar". Dice la historia que la zona era famosa por las fiestas criollas que se extendían durante varios días con "pencas", taba, naipe y generosas porciones de "caña blanca". La cercanía con la frontera brasileña desde siempre se ha hecho sentir, tanto por el abastecimiento de bebidas y comestibles, como por la presencia en viejos tiempos, de hacendados riograndenses que llegaban atraídos por las grandes ferias de ganados, motivando un movimiento muy particular.

Juan Adiarte Borda

Nació en Mercedes en 1844. Su familia, de origen vasco francés, haba conseguido establecer un solido patrimonio y el joven Adiarte Borda se dedico a diversas actividades económicas, como comerciante, ganadero, llegando a ser accionista de importantes empresas. Desde temprano tuvo una importante actividad política en el Partido Colorado y ocupo cargos departamentales de responsabilidad.

Inicialmente se encargo de las comisiones internas del partido y, mas tarde, fue diputado departamental por Soriano, lo que le sirvió para su proyección política nacional. Miembro del gabinete del presidente Julio Herrera y Oves, hacia el final del mandate de este y en la necesidad de designar un sucesor, fue elegido presidente en marzo de 1894 después de tres semanas de votaciones en la Asamblea General del Poder Legislativo, que hicieron temer por la estabilidad institucional de país.



En su calidad de católico moderado, en una época dominada por la lucha entre masones y católicos, en un primer momento de su actividad política pareció mantener una position que siguiera la línea conciliadora de Herrera y Oves. Sin embargo, tras asumir la presidencia, fue cuestionado por la prensa opositora y, carente entonces de instinto político, Adiarte Borda ejerció un severo control sobre la prensa y mantuvo una position intransigente que solo contribuyo a tensar aun mas un clima político enrarecido desde las elecciones que habían conducido a su elección.

No obstante, su gestión fue administrativamente superior a la de sus predecesores, destacando la labor de su ministro de Fomento, Juan José Castro. Pero la oposición del Partido Nacional y del sector del Partido Colorado dirigido por Batlle y Ordoñez fue en aumento. Abortado el alzamiento Bianco de 1896, al ano siguiente estallo la revolución nacionalista dirigida por Aparicio Saravia. Murió asesinado por Avelino Arredondo en Montevideo el 25 de agosto de 1897.

La transición

En los años de transición del régimen autoritario a la democracia hubo varios semanarios y revistas que vieron la luz y, con frecuencia, fueron clausurados. Entre ellos se destacan Aquí (luego sustituido por Opción), Dignidad, Sin censura, La Democracia, Azamboa, La Voz y Jaque. Otras publicaciones de aquellos anos han continuado hasta la actualidad, como Guía Financiera y Crónicas Económicas. Un caso particular es el del semanario Búsqueda, fundado en 1971 y mensuario en su primera época, que se distinguió por su independencia en el tratamiento de la información.



El regreso a la democracia en 1985 marco el fin de la censura y de la clausura de publicaciones. El semanario Brecha fue funda dado en 1984 sobre las cenizas de Marcha y estuvo dirigido durante varios anos por Hugo Alfaro, quien fue da estrecho colaborador de Carlos Quijano. El 3 de mayo de 1988 el periodista y empresario Federico Fas sano comenzó a editar el diario La Republica, publicación que continúa apareciendo actualmente y que se caracterizo por sus tapas llamativas y un fuerte estilo de denuncia.



En 1992 comenzó la edición del diario El Observador, que primero fue El Observador Económico y luego se transformo en un diario de interés general y afirmo su caudal de lectores en base a un cuidado tratamiento informativo que se mantiene hasta hoy. En 1994 salio la revista Posdata, editada por quien fuera el director de Jaque, Manuel Flores Silva. A todo color y con una delicada edición, abrió camino en el mercado de las revistas uruguayas. Apareció luego la revista Tres, encabezada por Alejandro Bruch, quien había dirigido en la década de 1980 la revista Punto y Aparte.

Apogeo y dificultades

En la década de 1950 nueve diarios se disputaban las preferencias de los lectores en el Uruguay: Acción, El Bien Publico, El Debate, El Día, El Diario, La Mariana, El País, El Plata y La Tribuna Popular. En 1954 resurgió El Nacional, dirigido esta vez por Eduardo Victor Hiedo, y poco des-pues, en 1956, salió a la calle El Popular, órgano de prensa del Partido Comunista, que sustituyo al Diario Popular.



La difusión de los diarios en el Uruguay en 1960 era solo superada en el continente por la prensa de Estados Unidos, seguir la publicación América en cifras (1963), editada por el Instituto Interamericano de Estadística de la Organización de Estados Americanos (OEA). Pero al promediar la década de 1960 los diarios sufrieron en sus tirajes el impacto de la crisis económica y hubieron de enfrentar también la creciente competencia de la televisión.

Jose Pedro Varela

Nació en Montevideo el 19 de marzo de 1845. Su formación fue esencialmente autodidacta. Viajo a Europa y Estados Unidos (1867-1868), país que admiraba por su desarrollo científico. Conoció al educador argentino Domingo F. Sarmiento con quien coincidió en la importancia de la instrucción como factor de progreso social. Fundo en Montevideo en 1868 la Sociedad de Amigos de la Educación Popular junto a Carlos Maria Ramirez y Elbio Fernandez.



En 1876 el general Lorenzo Latorre le ofreció el cargo de director de Instrucción Publica. Llevo a cabo el proyecto de ley de Educación Común, cuya fundamentación se encuentra en el libro La legislación escolar.

La ley permitió un incremento notable del numero de escuelas y alumnos y estableció una Escuela Normal para formar a los maestros. Escribió varios libros, entre los que destacan La educación del pueblo y La legislación escolar. En ellos defendió los principios de laicismo, gratuidad y obligatoriedad en la enseñanza, e impulso la incorporación de materias científicas en la educación. Murió el 24 de octubre de 1879.

Contexto mundial 1800

1623 Los holandeses se apoderan de Bahía, en Brasil.

1640 España y Portugal se separan a consecuencia de la guerra por la sucesión al trono lusitano.

1643 Coronación de Luis XIV de Francia.

1677 Holanda consigue un «asiento» (contrato) para abastecer de esclavos africanos a la America española.

1689 Con la Declaración de Derechos nace la monarquía parlamentaria inglesa.

1700 Coronación de Felipe V, comienzo de la dinastía borbónica en España.

1703 Pedro I el Grande, zar de Rusia, funda San Petersburgo.

1739 Creando del Virreinato de Nueva Granada.

1756 Estalla la guerra de los Siete Años entre Inglaterra y Francia.

1759 Sube al trono español Carlos III.

1767 Los jesuitas son expulsados de España y sus colonias.

1775 Estalla la guerra de independencia estadounidense.

1781 Levantamiento de nativos peruanos contra España. Ejecución de Tupac Amaru.

1789 Con la toma de la Bastilla estalla la Revolución Francesa.

Contexto mundial 1800 1850

1804 Napoleón se proclama emperador de Francia. 1808 Francia invade España. Carlos IV y su hijo Fernando VII abdican en favor de José Bonaparte.
1813 Independencia de México. 1 1814
Abdicación de Napoleón. Restauración de Fernando VII en España.

1820 Levantamiento de Riego en España.

1821 San Martin entra en Lima y proclama la independencia de Perú.
1824 Victoria de Sucre en Ayacucho. Fin del dominio espacio en América.


1829 Venezuela se separa de la Gran Colombia.

1830 Revolución liberal en Francia.

1835 Rosas, gobernador de la Confederación Argentina.

1838 Sube al trono ingles la reina Victoria.

1839 Disolución de la Confederación Centroamericana.

1846 Estalla la guerra entre Estados Unidos y México por cuestiones territoriales.

1848-1849 Revoluciones liberales, democráticas y nacionalistas en Francia, Alemania, Italia, Austria y Hungría.

1848 México cede Texas, California y Nuevo México a Estados Unidos.

Juan José de Amezaga

Nació en Montevideo en 1881. Realizo estudios de derecho en la Universidad de la Republica Oriental del Uruguay, fue ministro de Agricultura y se desempeño como embajador ante la Liga de las Naciones.



Ejerció como profesor de Filosofía, Derecho Civil y Penal. Como miembro del Partido Colorado y candidato a la presidencia de la Republica, derroto a Luis Alberto de Herrera en las elecciones de noviembre de 1942.

Uno de los objetivos de su gobierno, tras las dictaduras de Berra y Baldomir, fue la normalización de la vida política y el respeto a la legalidad electoral. Su gobierno asigno al Estado un papel importante en el arbitraje de conflictos laborales. Durante su mandate se presto gran atención a la legislación social y laboral: se crearon los Consejos de Salarios y se aprobaron el Estatuto del Peón Rural y la Ley de los Derechos Civiles de la Mujer.



Este conjunto de leyes, axial como la política de reconversión industrial y de inversiones en obras bíblicas, fue posible merced a la favorable balanza comercial del país durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Culmino su mandato presidencial el 1 de marzo de 1947, entregando el mando a Tomas Berreta. Tras retirarse de la política, padeció una larga enfermedad y murió en Montevideo el 20 de agosto de 1956, cuando contaba 75 años de edad.

La radio

En 1922, dos años después que en Estados Unidos, comenzó la radiotelefonía en el Uruguay, siendo este el primer país de América Latina en poner al aire transmisiones continuadas. Las primeras emisiones irregulares, con estática y risica (sin voz humana) las realizo la empresa General Electric el 15 de agosto de ese afeo, con un transmisor ubicado en la Oficina de Claves de la Casa de Gobierno, en plaza Independencia. Alii estaban el gerente de General Electric en el Uruguay, Salvador Altamirano, y sus ayudantes Emilio Elena y Claudio Sapelli.



Las primeras transmisiones estables, con voz humana combinada con música, las realizaron Emilio Elena y Claudio Sapelli. Para emitir música ponían el único micrófono disponible delante de la bocina de la victrola a cuerda y con púa de acero en la que hacían girar los discos de 78 revoluciones por minuto.

Contexto mundial

1200 Los incas se consolidan en la región del Cuzco. Las tribus mexicas llegan al valle de México.

1325 Los aztecas fundan Tenochtitlan.

1400 1532 Los ejércitos incas someten a pueblos andinos para expandir su imperio.

1453 Los turcos provocan la caída de Constantinopla. Fin del imperiebizantino.

1492 Descubrimiento de America.

1493 Bula papal concediendo a los Reyes Católicos «omnímoda potestad» sobre las nuevas tierras descubiertas.

1511 Una expedición portuguesa llega a las costas de Maldonado yola isla de Flores.

1514 La expedición portuguesa de Juan de Lisboa llega a Colonia.

1516 Juan Díaz de Solís descubre el Rio de la Plata.

1520 La expedición de Hernando de Magallanes avista el cerro de Montevideo.

1527 Sebastian Gaboto construye los fuertes de San Lázaro y Sancti Espíritu.

1536 Llegada del adelantado Pedro de Mendoza y fundación de Santa María del Buen Aire.

1537 Fundación de Nuestra Señora de Asunción. 1540 Alvar Núñez Cabeza de Vaca es nombrado segundo adelantado del Rio de la Plata.

1542 Se funda el Real de San Juan en Colonia.

1580 Refundación de Buenos Aires por Juan de Garay.

1592 Hernando Arias de Saavedra, Hernandarias, primer gobernador del Rio de la Plata.

1517 Coronación de Carlos I de España.

1519 Desembarco de Hernán Cortes en Veracruz, México.

1522 Elcano realiza el primer viaje de circón navegación de la historia.

1533 Francisco Pizarro entra en el Cuzco.

1536 Almagro descubre el territorio de Chile.

1553 Los araucanos se rebelan en Chile. Muere Pedro de Valdivia.

1563 Finaliza el Concilio de Trento.

1572 Tortura y ejecución de Tupac Amaru.

1588 La Armada Invencible española es derrotada por los ingleses.

Los primeros criollos letrados

La primera generación de criollos letrados se manifestó en el breve periodo transcurrido entre el fin de las invasiones inglesas (1808) y el inicio de la gesta artiguita (1811). En su mayoría clérigos de espíritu liberal, los representantes de este grupo hicieron sus primeros estudios en el colegio San Bernardino de Montevideo y los continuaron en las universidades de Córdoba o de Charcas. Entre ellos destaco José Manuel Pérez Castellano (1743-1815), quien escribió una pormenorizada carta a su maestro de latín en la que describe la vida pueblerina de Montevideo en 1787.



El critico literario Ángel Rama (1926-1983) consideraba este documento «el acta inaugural de la literatura nacional» y denomino a Pérez Castellano «el primer intelectual uruguayo». Otra obra suya, las Observaciones salve agricultura, divulgada por el gobierno para instruir a los agricultores, fue un ensayo surgido de su experiencia de cuarenta anos como cultivador de una chacra sobre el arroyo Miguelete.



Otro notable intelectual criollo fue el clérigo Dámaso Antonio Larrañaga (1771-1848), cronista e historiador que recibió las ordenes en Rio de Janeiro y escribió los Apuntes historio sobre el descubrimiento y población de la Banda Oriental del Rio de la Plata y las ciudades de Montevideo.

Sus preocupaciones pedagógicas se evidencian tanto en la Oración Inaugural de la biblioteca donada por Pérez Castellano como en la fundación de la Sociedad Lancasteriana en 1821. Participo activamente del acontecer político y, como senador, presento un proyecto que fue el germen de la posterior Universidad de Montevideo. Especialista en ciencias naturales, geografía e historia, documento concienzudamente la flora autóctona y la lengua de los chanas, y obtuvo el reconocimiento de dos destacados naturalistas de su tiempo, Aimé Comprando y Atiene Geoffrey Saint-Hilare.

Entre los diarios más importantes de los años centrales del siglo XIX se encuentran El Comercio del Plata, que apareció en 1845, El Pais, que salio a la calle por primera vez en 1853, y El Siglo, que inicio su andadura en 1863. El antecedente de los diarios puramente noticiosos y populares se encuentra en El Ferrocarril, aparecido en 1869, que inauguro el concepto de un periodismo eminentemente informativo y no partidista.



En 1878 vio la luz La Razón, dedicado a las cuestiones religiosas, y casi al mismo tiempo apareció El Bien Publico, redactado por Juan Zorrilla de San Martín. En unos momentos en los que el catolicismo estaba desprestigiado y había pocos sacerdotes y predicadores autóctonos, Zorrilla fundo este periódico confesional, desde el cual combatió las ideas racionalistas, la masonería y el proceso de secularización de la sociedad uruguaya.



En 1880 comenzó a editarse El Plata, diario de la mariana, impulsado por Carlos María Ramírez, quien intentaba la fusión de los partidos políticos. Un afeo después Julio Herrera y Oves fundo El Heraldo.

Benito Mardones

Nació en Montevideo en 1906. Criado en los barrios Sur y Palermo, era un gran lector de libros de historia, política y temas económicos, y buena parte de su formación fue de carácter autodidacta, si bien alcanzo a cursar algunas asignaturas de la carrera de derecho. Más tarde se dedico al periodismo político en la prensa escrita y en programas radiofónicos, en los que salía al aire bajo el conocido seudónimo de «Chico Tazo».



Ingreso a la política partidaria en 1951, cuando creo la Liga Federal de Actino Ruralista a fin de dar apoyo a sus planteamientos políticos acerca de la agricultura. Desde las ondas de Radio Rural, comenzó a hacer un programa agropecuario en el que hablaba en nombre del «hombre ignorado» de la clase media rural y en el que predominaban la música folclórica y las informaciones de interés para el mundo agrario. El programa termino por convertirse en el medio más eficaz para transformar el movimiento ruralista en su soporte político.



Más tarde Mardones se convirtió en una importante figura del Partido Nacional. Su participación fue decisiva en el triunfo de los blancos en las elecciones de 1958, tras las cuales paso a ser miembro del Consejo Nacional de Gobierno.

Llego a la primera magistratura de la República precisamente en su calidad de presidente del Consejo Nacional de Gobierno el 1 de marzo de 1960, ejerciendo el cargo hasta el 1 de marzo de 1961, cuando fue sucedido por Eduardo Victor Hiedo. De este modo se convirtió en el primer Bianco que ejerció el gobierno en el país después de 93 años de gobiernos colorados. Tras su paso por el Consejo Nacional de Gobierno, Mardones abandono el Partido Nacional. Permaneció activo en la política hasta que un cáncer acabo con su vida, el 25 de marzo de 1964.

La labor de Carlos Quijano

Otro capítulo destacado del periodismo uruguayo fue la fundación, en 1930, de El Nacional por parte del radicalista Bianco Carlos Quijano. Luego de un viaje a Europa y tras desempeñarse como periodista en El País, Quijano compro la vetusta tipógrafa de La Razón y de El Sol y lanzo su nuevo diario, cuyo nombre se debía no solo a razones partidarias sino a que, como afirmaba su editor, «desde sus columnas queremos defender el derecho de los pueblos a disponer de si mismos».

Un año después, cuando la predica de El Nacional incomodo al proveedor de papel, el diario tuvo que cerrar sin embargo reapareció en 1932 con el nombre de Actino y un contenido más radicalizado.



El 20 de abril de 1939, en la primera pagina del último niñero de Acción, se anunciaba la aparición de Marcha, semanario que vio la luz el 24 de junio de 1939 y que marcaria un antes y un después en el periodismo nacional.

Su primer secretario de redacción, el escritor Juan Carlos Onetti, acababa de publicar la legendaria novela El Pozo. Según escribió décadas después el crítico Pablo Roca en su libro 35 anos de Marcha, ni siquiera los más entusiastas enemigos de este periódico de formato tabloide, podrán negar que durante los siete lustros que se publico las cosas cambiaran para la cultura nacional y aun latinoamericana.

Batlle y Ordoñez

Nació en Montevideo el 21 de mayo de 1856 era hijo de Lorenzo Batlle, quien había sido presidente entre 1868 y 1872. Se caso con Matilde Pacheco y Oves, perteneciente también a una tradicional familia colorada, y tuvo con ella cuatro hijos. En 1886 fundo el diario El Día que fue vocero de su pensamiento y su accionar.

En esos mismos anos, se enfrento a la dictadura del general Máximo Santos. Fue presidente del Uruguay en dos periodos, 1903-1907 y 1911-1915. Durante la primera presidencia venció al caudillo Bianco Aparicio Saravia. Batlle conto con el apoyo de un ejercito profesional y, además de armamento moderno, utilizo el telégrafo y el ferrocarril contra la revolución arabista, hecho que determino su victoria y el final de las guerras civiles del siglo XIX.



Promovió leyes sociales para mejorar la situación obrera y tuvo el apoyo de socialistas y anarquistas. Se enfrento al capital británico, que dominaba los servicios públicos del país, a los estancieros latifundistas y a los sectores católicos conservadores.



Apoyo la creación de leyes de divorcio y de sufragio femenino. Brindo ayuda a los inmigrantes que llegaban en gran numero en esos anos y sonó con un país de medianos propietarios dedicados a la agricultura.

Impulso la reforma de la Constitución de 1830, la que lo llevo a la presidencia en ambas oportunidades, logrando que se sancionara una nueva Constitución en 1917 que establecía un régimen de gobierno colegiado. Sus ideas trascendieron su gobierno y dieron lugar a la formación de una tendencia dentro del Partido Colorado, que aun hoy lleva su nombre el balsismo. Murió en Montevideo el 20 de octubre de 1929.

Clasicistas contra románticos

Los hechos históricos incidieron en el cambio de la cultura criolla y propiciaron el escenario adecuado para la aparición de una corriente de pensamiento idealista. La Guerra Grande (1843-1851), que dividió al país en dos gobiernos (el del Cerrito y el de la Defensa), constituyo el marco político perfecto para que se expresara con ímpetu el espíritu romántico.



La Restauración de Oribe sostuvo desde el Cerrito un orden de cuno hispánico y tradicional, basado en el respeto a las leyes y a la Iglesia, y tuvo como figura mas ilustre al doctor Carlos Villademoros (1806-1853), abogado, periodista y escritor que poseía una solida cultura.

El joven Villademoros, adherido a la tradición estética y a los valores del clasicismo español, fue una de las excepciones dentro de un mundo intelectual que, en su mayoría, se entrego al romanticismo, a la «civilización» y al gobierno de la Defensa. Entre sus composiciones literarias, recogidas en el Parnaso Oriental de Luciano Lira, destacan el poema dramático Los Treinta y Tres y Oda a Oribe.

Otro partidario del gobierno del Cerrito fue el ensayista y poeta Bernardo Prudencio Berro (1803-1868), clasicista de gran rigor estilístico y buen conocedor de los autores latinos, que escribió la Oda a la Providencia y La epístola a Oricio.



Debido a los avatares políticos argentinos, antes de que se iniciara la Guerra Grande Montevideo se había convertido en el centro de las letras platenses. Los intelectuales argentinos que chufan del gobierno autocrático de Juan Manuel de Rosas se refugiaron en la capital entre 1838 y 1840, insuflándole un aire romántico y guerrero.

En su mayor parte pertenecían a la Asociación de Mayo, la nueva generación porteña opuesta a los clasicistas como Juan Cruz Varela y su hermano Florencio. Fue en este periodo cuando los doctores comenzaron a sustituir a los caudillos, al tiempo que la intelectualidad de los salones difundía la formula «civilización contra barbarie», creada por el argentino Domingo Faustino Sarmiento.

La barbarie representada por el gauchaje y la campana debía ser vencida por el avance de la ciudad, que no vacilaba en aplicar los métodos más crueles. Contiendas con degüellos y exhibición de cabezas en lo alto de una pica eran el acompañamiento sangriento de la batalla pueril entre clasicistas y románticos, que los intelectuales del otro lado del Plata libraron dentro de las murallas de Montevideo.



En la capital uruguaya, que estuvo gobernada durante la Guerra Grande por la Defensa, todos los autores literarios eran políticos, periodistas o doctores. Los uruguayos Juan Carlos Gomez, Alejandro Magaririos Cervantes, Santiago Vázquez, Andrés Lamas y Adolfo Berro fueron las plumas más destacadas, junto a los argentinos Juan María Gutiérrez, Juan Bautista Alberdi, Miguel Cané, Esteban Echeverría, José Mármol, Luis Domínguez y Bartolomé Mitre, unitarios que habían arribado a las costas orientales huyendo del despotismo de Rosas.

El crítico Alberto Zum Fede afirma que la mayoría de ellos, «mas que escritores parecen personajes para un escritor». En efecto, esta idea aparece ejemplificada por José Mármol (quien lanzo iracundos versos contra la tiranía de Rosas, por causa de quien vivió proscripto y entristecido), Esteban Echeverría (que se exilio en Montevideo en 1840 y alii murió al finalizar la guerra) y Juan Carlos Gomez (que, entre muchas aventuras, vivió suspirando por el amor perdido de Elisa Maturana, quien, casada con su enemigo Carlos Villademoros, murió repentinamente de un colapso nervioso).

Juan Antonio Lavalleja

Nació en Minas en 1784, en una familia de ganaderos acomodados, y trabajo en el campo junto a su padre has-tal que, en 1811, se unió al movimiento liderado por Artigas, destacándose en la batalla de Las Piedras. Una vez expulsados los españoles, continuo bajo las ordenes de Artigas y, en 1816, lucho valerosamente contra los invasores Portugueses, que le mantuvieron prisionero durante tres años.

Las autoridades brasileñas le ofrecieron la libertad y el cargo de coronel, que el rechazo pues no quiso traicionar su causa. Cuando el territorio uruguayo fue anexionado por Brasil, se traslado a Buenos Aires, donde continúo luchando por la independencia de la Provincia Oriental.



En abril de 1825 desembarco en la playa de la Agraciada junto a un grupo de compañeros con los que comenzó la campana emancipadora, hecho que paso a la historia como la «Cruzada de los Treinta y Tres Orientales». El éxito de su iniciativa redundo en que cuatro meses más tarde los ejércitos patriotas expulsaron a los invasores brasileños. Instalado el gobierno provisional en junio del mismo ano, Lavalleja fue elegido gobernador y capitán general de la provincia.



En agosto se declare la independencia de la Provincia Oriental respecto de Brasil y su incorporación a las Provincias Unidas del Rio de la Plata. En 1830 se desempeño como presidente provisional.

Líder de los blancos durante la guerra civil de 1832-34, lucho contra las fuerzas del presidente Rivera pero fue derrotado y tuvo que refugiarse en Brasil. En 1838 invadió el Uruguay junto a las tropas de Oribe, pero al ser vencido por los colorados en Palmar, marcho a Buenos Aires. Al final de de su vida fue miembro junto con Rivera y Flores del efímero triunvirato que gobernó el Uruguay en 1853. Murió en Montevideo el 22 de octubre de ese ano.

Andrés Martínez Trueba

Nació en Montevideo en 1884 y realizo estudios de química en la Universidad de la Republica Oriental del Uruguay. En 1903 ingreso a la actividad política como militante del Partido Colorado. Anos más tarde, convertido en colaborador de confianza del presidente José Batlle y Ordoñez, fueron elegido diputado. Durante la década de 1920 fue miembro del Consejo Nacional de Administración. Fue intendente de Montevideo a comienzos de la década de 1940.

Vencedor en las elecciones presidenciales de 1950, asumió el cargo el 1 de marzo del ano siguiente. Contrariamente a la generalizada opinión de que seria Luis Batlle Berres quien manejaría los hilos del poder, Martínez Trueba apareció en la escena política con criterios independientes. Propicio la reforma constitucional que estableció un Poder Ejecutivo colegiado, integrado por nueve miembros. Además de implantar el colegiado a nivel del Poder Ejecutivo, la reforma también colegiaba a todos los organismos autónomos, los servicios descentralizados y los organismos administradores de la seguridad social.



Esta trascendental reforma fue posible gracias al renunciamiento personal de Martínez Trueba, quien fue consagrado presidente del Consejo Nacional de Gobierno por todo el periodo. Se mano-tuvo al frente de esta institución entre el 1 de marzo de 1952 y el 1 de marzo de 1954, cuando entrego el mando a Luis Balde Berres. Murió en Montevideo el 19 de diciembre de 1959.

La Iglesia católica

El Uruguay fue colonizado por los españoles, por lo cual la religión predominante y exclusiva durante la época de la Colonia fue la católica. Junto a la importante labor misionera desarrollada por franciscanos y jesuitas en el norte del país, formando comunidades de guaranaes, la Iglesia católica cumplió una destacada función a la hora de impartir enseñanza o atender enfermos.

Durante la revolución independentista algunos sacerdotes con formación intelectual, como Dámaso Antonio Larrañaga, José Benito Lamas o Manuel Pérez Castellano, acompañaron al ejercito artigüista. En 1870, bajo el gobierno del general Lorenzo Latorre, la Iglesia católica uruguaya adquirió categoría de episcopado. Desde la segunda mitad del siglo XIX se produjo un intenso proceso de secularización, en el que colaboraron grupos masónicos llegados de Europa e imbuidos de un fuerte anticlericalismo.



Los jalones mas importante de este largo proceso fueron: la secularización de los cementerios (1861), la reforma escolar que consagro la laicidad de la enseñanza publica (1876), la creación del Registro Civil y la obligatoriedad de inscribir los nacimientos antes del bautismo (1879), la obligatoriedad del matrimonio civil previo al religioso (1885), la supresión de las imágenes religiosas en los hospitales (1905), la ley de divorcio (1910) y la separación de la Iglesia y el Estado (1917).


En 1885 se había fundado el Circulo Católico de Obreros. En 1911 nació el partido político Unión Cívica y en 1935 la Acción Católica, que se proponga recuperar el credo católico. En este sentido fue decisiva la acción de intelectuales creyentes como Juan Luis Zorrilla de San Martín y Francisco Bauza. La Constitución de 1917 consagro la separación entre la Iglesia y el Estado, pero a partir de ese momento disminuyo el anticlericalismo que había caracterizado a la sociedad uruguaya en la segunda mitad del siglo XIX.

Historia constitucional: de 1830 a 1996

Desde el nacimiento del Estado uruguayo, el marco constitucional ha sufrido sucesivas modificaciones que se han acompasado con los cambios de régimen político y las coyunturas internacionales.



Concluido el proceso de la Independencia, el 18 de julio de 1830 se procedió a jurar el primer texto constitucional que tuvo la Republica. El mismo se inscribe dentro de las corrientes constitucionalistas liberales europeas de comienzos del siglo XIX.

Fructuoso Rivera

Nació el 27 de octubre de 1788 y paso su infancia y juventud en la campaña. En 1811 se unió al ejercito antigüista. Se destaco como caudillo y líder revolucionario y obtuvo un importante triunfo en la batalla de Guayabos (1815). Cuando la invasión luso brasileña se instalo en territorio oriental, y acepto la incorporación al Imperio portugués en 1821.

En 1825, luego de la Cruzada Libertadora liderada por el general Juan Antonio Lavalleja, se encontró con este en el arroyo Monzón donde pactaron continuar la lucha juntos. Ese mismo ano obtuvo importantes triunfos contra los portugueses en las batallas de Rincón y Sarandi.


Una vez organizado el Uruguay en forma independiente, fue nombrado primer presidente constitucional (1830-1834). Durante su gobierno se produjeron levantamientos en su contra liderados por el general Lavalleja. Fue también durante su presidencia cuando se exterminaron los últimos grupos de charruas en la batalla de Salsipuedes, a cuyo frente estuvo su sobrino, Bernabe Rivera. Le sucedio en la presidencia el general Manuel Oribe y esta vez fue Rivera quien se levanto contra el gobierno.

En una de estas batallas, la de Carpintería (1836), nacieron las divisas blanca y colorada. Las guerras civiles se prolongaron en los anos siguientes y Rivera fue el caudillo que represento a la facción colorada, aliado a los unitarios argentinos y a los revolucionarios rio grandenses. Se refugio mas de una vez en suelo brasileño especialmente durante la Guerra Grande (1839-1852). En 1854 fue nombrado para integrar un triunvirato junto a Lavalleja y al general Venancio Flores, pero murió antes de llegar a la capital, el 13 de enero.

Los orígenes coloniales

Durante el siglo que siguió a la fundación de Montevideo (1724-1730), la Banda Oriental fue una tierra salvaje. En el Rio de la Plata no se dio el esplendor cultural de los primeros virreinatos, ya que no hubo civilizaciones indígenas, ni minas de plata y oro que atrajeran a los conquistadores ávidos de fortuna, por lo que la región fue tardíamente poblada por una segunda migración española de campesinos y comerciantes.

Esto determino que no se produjese ningún tipo de literatura, de forma que al finalizar el siglo XVIII el único centra cultural existente era un pequeño colegio franciscano. No había vida cortesana ni boato, y las fiestas se dividían entre los saraos del fuerte de Montevideo y más tarde, las representaciones de la Casa de Comedias, mientras que en la calle sonaban los tambores de los esclavos bailando candombe.



Una compañía de actores espaciales, de paso por Montevideo, realizo una representación con tanto éxito que los vecinos decidieron edificar la Casa de Comedias (1793). Sin embargo, no se monto en ella ningún espectáculo hasta 1808, cuando otro grupo de actores espaciales que huían de la invasión napoleónica se afinco en la capital.

Con el tiempo, los pobladores conocieron algunas obras de Shakespeare, Calderón y Moratín, entre otros, y pudieron asistir a I la representación de sainetes I en las noches de fiesta.



La escasa educación primaria y superior con que contaba el país estaba en manos de los franciscanos. De las pocas cátedras que llegaron a abrirse, la de Filosofía funciono hasta que los espaciales expulsaron a su lector (nombre con el que se denominaba a los catedráticos) por trabajar para la causa de la Independencia. Su nombre era fray Benito Lamas, y fue el primer catedrático de cultura superior que tuvo el Uruguay.

Aunque solo circulaban libros de oraciones, existían algunas bibliotecas de rico acerbo, quedando como un pilar de la cultura nacional la que José Manuel Pérez Castellano dono al gobierno artiguita con el fin de que fuera pública. Los primeros escritos de interés datan del siglo XIX y responden a la conmoción desatada por la revolución independentista. La influencia del enciclopedismo francés y de las ideas liberales difundidas durante las invasiones inglesas (1806-1807) impulsaron las letras, llegando a editarse ocho números del semanario bilingüe (en ingles y en español) Estrella del Sur.

La primera imprenta nacional fue conocida popularmente como «La Carlota», y en ella se público, en 1816, la Oración Inaugural de la Biblioteca Pública de Montevideo, discurso de dieciséis paginas pronunciado por el presbítero Dámaso Antonio Larrañaga, que fue el primer impreso literario de un autor nacido en la Banda Oriental.

Las letras en la década de 1920

La muerte del último caudillo blanco, Aparicio Saravia, en 1904, inicio un nuevo periodo de la historia y la cultura bajo la egida fulgurante de José Batlle y Ordoñez, perteneciente al sector liberal del Partido Colorado, que puso fin a la «barbarie» y consolido el «disciplina miento», según los términos acunados por el historiador José Pedro Barran.



Aunque se genero una sociedad crecientemente alfabetizada, democrática y participativa, los historiadores coinciden en que, al no haber promovido Batlle una reforma agraria, el país mantuvo sus características de latifundio, lo que propicio la crisis de la década de 1930 y el golpe de Estado de Gabriel Terra. Mientras, el país estaba estancado en el burocratismo, y ningún afán innovador se respiraba en la literatura.